Algunas veces a pesar de tus mejores esfuerzos, la vida te da limones. Cuando eso sucede, tienes dos posibilidades. Puedes poner mala cara o hacer limonada.
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jueves, 9 de febrero de 2012
Le di mis noches y mis días, mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa.
Con él descubrí que hay amores eternos, que él es ese amor eterno, ese que nunca acaba.
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