Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé, nuestros dientes
se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. ¿Sabes lo que me gustaría? Estar tumbada
contigo, sobre la hierba, mirando la luna esa naranja que hay algunas noches de
verano, y que empezara a nevar, y sentir los copos en la cara, y tu mano.
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